miércoles, 17 de noviembre de 2010

Tu presencia en tomos la tengo



Como siempre en estas fechas
vuelve tu presencia a olerse,
guardada en tomos la tengo
como tu habías querido;
que abro tus libros y acaricio
en sus hojas tu bigote.
Retrocedo a aquellos domigos
mientras la abuela tostaba pan
y yo me metía en tu cama,
con olor a tabaco y vino,
y emocionada te exigía
otra, otra... abuelito...
y tú, como no ha vuelto a hacer nadie
me recitabas a Espronceda
mientras acariciabas mis trenzas
bien pegadita a tu cuerpo...
"Con diez cañones por banda.
viento en popa, a toda vela
no corta el mar si no vuela
un velero bergantín..."
Y yo me convertia en pirata
y contigo navegaba
los mares infinitos...
de aventura, amor y miedo
de eso que había en tus libros.
Recitando me enseñabas
a vivir lo que era mío
y las horas se volaban
entre Verne y los "Porretas"
entre Huxley y Christie y Kafka...
abrías el mundo para que en él cupiera
tu pequeño gorrioncillo.

Y también vuelven aquellas riñas,
cuando de grande era rebelde,
sobre pasado y política,
sobre la guerra de hermanos,
lo divino y lo terrestre
y como fiera te atacaba
sin dejar de idolatrarte.
¡Y tú querias que escribiera
y yo que lo mío era el baile!
¡Y tú que cuidara el alma
y yo que prefería la carne!

¡Cuánto me enseñaste Antonio!

Y hoy que te echo de menos
acudo a tu herencia aquella,
y me envuelvo de tu presencia,
de esa que guardo en tomos,
en cada uno de tus libros
que adornan mi casa hoy
desde donde te escribo como siempre
para decirte que no te olvido

Y si ese cielo en el que tu creías
perdonase mi herejía
y me dejara entrar a verte
cuando llegara el día...

(Poema para Antonio López Dantart)

CARMEN SORIANO
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