jueves, 10 de febrero de 2011

Será mañana...



Oculta el cansancio irreverente

el secano de los ojos que fueron

joyas de coronas ajenas y ahora

se ahogan por la lluvia inclemente

vestigios de condición perdida

por aterrizajes de cigüeñas

que cambian tejados por eras…

como zarigüeya paro cada treces días

recuerdos y lágrimas resecas…



Caminos angostos sin agua o madera

queda acaso la memoria en tus manos

de cuanto no hicimos ni fuimos

signo inequívoco de tanto torcido

como rama sin árbol, higuera sin higos,

como el viejo alarido que ya no retumba

ni en arcillas etruscas ni costados…



Por qué gastarnos amor entonces

andando pasillos sin puertas

marquemos la piel sacando espinas

como a fuego ayer tatuadas

rojas de ser lo que no somos

sobre la espalda derramadas…

Tal vez alcance el suspiro

a exterminar el cansancio y llegue

la verdad resarcida de escarnio

entre verdes guirnaldas mecida

a empastar las muelas heridas…



Trepa por mi espalda en esta hora

y sujeta tus pies a mis caderas

alcancemos los dos de ese fruto

que no por lejano desmerecemos

respire la piel por donde pueda…

ya gritaremos mañana

siempre espera por uno el infierno…

CARMEN SORIANO
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1 comentario:

  1. Esos momentos en los que no importa quien debemos ser, que debemos hacer... Sólo importa ser y todo lo que ello significa. El infierno de la realidad siempre está esperando, hoy quiero el cielo de lo soñado.

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