miércoles, 16 de febrero de 2011

Y aún hoy...



Y aún ahora que caben en mi vientre

sin otra suerte que hacerme

mil estrellas vespertinas y dos cometas

sigo buscando tu rastro

como si no fuera el ahora mío

sino tuyo, desde siempre,

como si fuera el camino

viejo grabado de tu rojo papiro….



Como aguadora que escancia

en bocas extrañas que la reclaman

sigo buscándote en el fondo del jarro

como si fuera en la última gota

donde te hallara por fortuna

allí tendido sobre el hidrógeno

sonriendo a tus veinte años

que eran los míos…

pocos pero exhaustos

de tanto derramarnos

devorarnos

años que ganamos perdidos

en indecentes alturas comprometidos

liberar tanto esclavo…

amarnos y amar a tantos…



Finalmente no cambiamos nada

siguió el mundo su curso

cayeron las pancartas, no las ganas,

pero sí se fijó a mi frente un surco

que lleva tu nombre grabado

y una muesca entre mis piernas

conserva aún tu aroma gitano

ese al que me afilié un día

soñando que uno solo podía

acabar con tanto engaño…



Y aún ahora que son otras las voces

otros cantos y otro aroma

acude tu recuerdo con la lluvia

para resbalar por mi espalda como antaño

y que vuelva a la memoria

lo que entre sábanas apostamos…

…que aún sigue el mundo doliendo

y adoleciendo del buen trabajo…

CARMEN SORIANO
Todos los derechos reservados

1 comentario:

  1. El deseo de cambiar el mundo se queda en la juventud, con los años, el único mundo ideal que queda, es aquel que un día soñamos...

    ResponderEliminar