lunes, 18 de julio de 2011

Anfibia



En este meandro sin prisa
preñado de renacuajos y larvas
me sueño ninfa cautiva
como Io en vaca convertida
a voluntad de otros rehecha
sin que haya nadie salvo yo misma
no termina de ahogar el agua
pero tampoco la sed quita
y el delta se oculta a los iris
mientras las hadas bailan enfebrecidas
la danza de amarse a una misma
golpean mi sien con sus alas
y mojan mis labios con sus risas
salarás con tanto llanto este río
me avisan con voz extranjera
mientras yo intento sin fruto
sacar este arpón de mi ombligo
fue fugaz su paso marinero
pero atinado su disparo certero
da fe esta sangre de aquello
y de hematíes y llanto intoxico
este ancho meandro de mi río
confiando en aquel sabio que dijo
que todo cambia y nada es siempre lo mismo…

Carmen Soriano
Todos los derechos reservados

11 comentarios:

  1. Gracias mi isleña querida, mil besos.

    ResponderEliminar
  2. mientras yo intento sin fruto
    sacar este arpón de mi ombligo
    fue fugaz su paso marinero
    pero atinado su disparo certero.Es magistral amiga.

    ResponderEliminar
  3. Es tu mirada siempre maná en mis desiertos Mayte querida, aún más cuando sientes conmigo desde el silencio, te quiero asturiana, millones de besos.

    ResponderEliminar
  4. Confiamos en aquel sabio, Carmen, pero ¿qué pasa cuando tratamos de creer mientras nos desangramos de semejantes heridas, mientras intoxicamos todos los sitios en que nos desangramos sin remedio, entre las miradas incrédulas e incomprensivas de las ranas cantarinas y los animales que no saben lo que es el amor, la decepción? (Joé, que larga pregunta -ojalá que se entienda) Bellísimo poema, como siempre. mi alma puede llorarlo,como siempre me pasa con tus versos, aun en su fina ironía. Gracias... soy Cristián, por cierto.

    ResponderEliminar
  5. confiamos Cristián, confiemos... será pronto el día en que de tanto llanto nos reiremos y pasarán de nuevo las alondras en busca de mejor hornada del alma, mil besos.

    ResponderEliminar
  6. ¡Me gustaría tanto estar junto a ti cuando eso suceda -si sucede-!

    ResponderEliminar
  7. Y nadie mejor que una mujer (con el respeto que merecen todos los hombres que este continente visitan) para desenvolverse en todos los terrenos, para aguantar la respiración en el agua sin desfallecer, para poder caminar por la tierra erguida y con la cabeza bien alta. Sirena y Diosa. Te quiero

    ResponderEliminar
  8. Es tu hermandad con mi alma Maravillas, la alegría de cada uno de mis días, tantas veces razón de acudir a la llamada del amanecer como a este teclado que a veces me mira y no dice nada... te quiero Mara.

    ResponderEliminar
  9. Es la transmutación dolorosa
    Ésa que quema en tu vientre
    La que disloca al pirata escondido
    Certero se creyó de mortalidad manifiesta
    Mas no contó con el resurgir de tu fuerza
    Ese instinto metamorfoseante que portas
    Para dirimir mil y una guerras, y destrozar al sanguinario
    No sirve decir como te quiero te aprieto
    Pues el amor porta las manos de algodón y
    La dulzura del almíbar…
    Bsts Carmen…Superviviente y grande, tú nadas hacia arriba…
    Porque nosotr@s te aupamos con nuestros ímpetus…

    ResponderEliminar
  10. Y no alcanza esta precariedad mía a significar cuanto, el modo en que a el impulso amable me agarro, a veces para no hundir, otras para nadar más rápido, en tu caso siempre para flotar mejor, ese es el caso, gracias por venir, aun no se enfriaba la cena, te quiero y a tu sombra también, besos.

    ResponderEliminar