martes, 10 de enero de 2012

SI BIEN LLEGAS, BIENVENIDA...




Bienvenida, pasa
no puedo verte todavía
pero puedo olerte
te reconozco
llevas doliéndome toda la vida…
¿vienes de motu propio
o es Dios que te envía?
era a él a quién llamaba
después de tantos años
y por última vez
era a Dios…
¿sabes?
no importa
me iré contigo si es que toca
pero hay condiciones
no soy cualquier otra
ni siquiera una simple cualquiera
no separarás de mi tronco la cabeza
y tendrás que esperar que termine
de vestirme y maquillarme
y de escribir esta carta a mis hijos
sí…
no te rías
los que no tuve también merecen
saber que fue de mi destino
es mi legado más caro…
el último ramo de larvas que ato.

Me causa cierto morbo
tenerte delante,
no dentro
ni detrás
ni sobre mi cabeza
ni revolviendo la tripas de aquel hombre bueno
dejando ese hedor de tus falanges
fétidas descarnadas cuajando sangre
que aun recuerdo
se quedó en mi garganta pegado
y no importa cuanto semen trague
ni cuántas gárgaras haga
con el neurotransmisor licuado
ahí está
más intenso incluso que el que ahora
embarga el aire de este cuarto
que no te teme al igual que yo
nunca lo hicimos…

Va a serte fácil
pero no sonrías…
no estoy rendida
solo cansada
es el cansancio el que amarra mis pies
que en tanta carrera te esquivaron
es el cansancio y la vejez
y no hagas muecas porque te engaña
el rojo de mi pelo tintado
su color siempre fue blanco
signo y evidencia rancia
de que ya nací siendo antigua
 y como todo artículo de anticuario
he cotizado bien mi encanto
bien sabes que nunca has tenido
enemiga más maldita…
ni piedra con más aristas
desafilando tu arranca-vidas…
(salvé de ti a aquella niña de seis años
alzando el biombo de color
con cuatro sueños y un cuento bien contado…
salvé con la piel del velo destrozado
tanta hambre instalada en el anonimato
de falos caducos como palmeras de patio
que morían sin decencia
por la asfixia de la morada moralina
o la falta de hospitales psiquiátricos)
y tú bien sabes
cuantas veces te enfrenté
incluso matando de aburrimiento al mismo Sade
dejando a cada llaga verter
tanta risa y tanta vida como cabía
y aun
hoy
cabe
..cabría…

¿Qué te crees?
no has ganado
es el cansancio
te lo he dicho
es la hartura de ver a diario
el desafío del borde plateado de la cuchilla
y darme la vuelta como si nada
haciendo esfuerzos sobrehumanos
por mil y una y un millón de veces
amar a la del otro lado
esa extrema palidez de diosa repudiada
la mentira del rosa de esos labios
que fueron para besar
y de tanto trasvase sin beso ni amado
de tanto insuflar aire a los muertos
se han desgastado
no se ve la línea que los reduce
porque extensa como la piel la máscara
siempre ocultó las verdades
que tan grandes mentiras parecían
donde quiera que se sentasen
qué ironía
…es a veces estrecho
el valle del entendimiento
y solo la cabra montés sabe andar por la escarpa
pero también la cabra se cansa…

Por siempre y para siempre me he amado
a pesar de tu roce maldito
aquel en mi frente a los nueve años
o el otro sobre mis rodillas
que me hincó sin reconocer dueño
ni tener plegaria a disposición
de esa ausencia de dios
que siempre dolió y hoy…
hoy yo quería
qué irónico
de nuevo la ironía ¿la ves?
hoy que le llamaba
a ti te envía…

Espera…
no me iré todavía
aun tengo que escribir un verso
hacer una coreografía en blanco y negro
sobre la carestía y el honor y lo sagrado
sobre el valor de cada sueño
que conserva aunque asesinado
por el reloj o el ritmo desacompasado de mis manos
que no supieron nunca guardar lo hallado
pero sí hacer molde de la cera caliente
de Icaro mientras me decía
no importa la caída
importa lo alto, solo lo alto…
Tengo por hacer todavía
un verso sobre cada olvido
como este el mío
un verso amable y enternecido
sobre cada existencia haciendo cupo
relleno
sereno plumón de brillos
de este sembrado de estrellas
que ignoran la intemperie
porque no les importa el destino
ni el pasado ni el futuro
ese que no sabrá de mí nada
ni conservará para el mañana
media página que diga
que bien o mal o engañada
supe ser geranio
en el balcón de mi propia fachada
donde quedan en bajorrelieve la pisadas
de cuantos apoyaron allí su espalda
y un par de docenas de meadas de perros callejeros
….siempre les tuve esa esquina cálida
porque siempre me gustaron los perros…

Quédate quieta
me marea tu movimiento
siéntate a mi vera y observa
cómo te retan mis pupilas
son el último peón en esta partida
siguen frescas y altivas
como el primer día
como hasta ayer cuando aun podían ver
ese metro y medio más allá
que las hacías distintas
capaces de enamorar a Baudelaire
y ver la belleza de Medusa
aún a riesgo de amurallar la piel
con la incomprensión no extinta  
de los que nunca pudieron ver….
las siento saltar en mis cuencas
como sapos ansiando el beso de una princesa
que prefirió las zapatillas deportivas
a la horma de cristal y la fiesta patricia…
arañados por el borde inmisericorde
de mis pestañas que se cristalizaron
después de la helada que arrasó
aquellos días cuando lo imposible lo era todo
y el todo era una cerveza compartida
con la mano en alto y un diadema de flores en la cabeza
escuadra, cartabón, mil libros y una mochila
cuando la artritis del alma aun no impedía
y la promesa no hacía daño a las palabras
…glaciar transparente que desterró la utopía a mi zona fantasma…
puedes verlas ¿verdad?
desde tu infinito vacio
lo sacaste de su borde
de la doble oquedad sobre el hueco de tu nariz
¿fue para descansar o para compartir?
 o solo el juego o el encargo cínico
de ese objeto metafísico que me ha faltado tanto
no me lo digas…
ya no importa
ahora
es el momento de elegir con qué ropa me visto
la seda que envolvía como regalo la noche
el cuero que infligía latigazos al deseo ambiguo
o el traje de pitufo, el de la mentira
la que nunca fue mía pero todos creyeron
dime
cómo y de qué me visto…
si me voy desnuda
me haré el amor y me pariré de nuevo
otra vez sin preñez dolor y un nuevo intento
otro sueño
otro sol que atrapar con los dedos
y otro cansancio
no, desnuda no…
no puedo
mejor envuelta en una hoja de tabaco
la de parra está demasiado manchada de pecado
el que nunca entendí te lo prometo
pero bien sabes que he penado
hasta el mismo hartazgo
hasta olvidar el origen y su nombre
o si en verdad existió un paraíso del que me expulsaron…

Quiero llevarme unas cuantas cosas
tranquila, no pesan…
no poseo nada con masa
son cosas ligeras
no ocupan espacio ni lugar
ni precisan ser empaquetadas
me llevo el escalofrío de mi manos
cuando recogieron el ombligo de aquel niño
que hoy me mira de reojo
desde ese hombre que desconozco
pero me guarda besos de chocolate con nata…
me llevo la primera caries
del hada de aguamarinas y helio…
me llevo mi última lágrima
pero dejo aquí su causa
me llevo el aro de humo
y la tercera resaca
y cada renglón que ató el viejo a mi alma
junto al sabor de la nata batida con azúcar y las rosquillas
me llevo mi anacronismo y mi extravagancia
y al mudo juez me habita
me llevo la cicatriz de la lava
y la costra del cilicio
que me hicieron así de indigente y soberana…
me llevo el nombre de cada amante
y el apellido de cada amado
me llevo mi pseudónimo
el bambú de cada logro fracasado…

¿Oyes eso?
tocan al timbre de la puerta
ve tú a abrir yo estoy demasiado cansada
tal vez sea un amigo tuyo que te busca
o algún suicida que te reclama
si es para mí di que no estoy
pero si es Dios
si es Dios quien llama
dile que he salido
a buscar dos salmos y un aleluya
a por un poco de vino y agua
y dile que me espere en el portal
que yo llegaré enseguida…
…luego ven por mí estoy lista
siempre supe que era tuya
y que un día como hoy
si bien venías, te daría la bienvenida…

Carmen Soriano López
Todos los derechos reservados

3 comentarios:

  1. Es muy hermoso, un canto que zahiere a una bienvenida parca, que no ha de escuchar su nombre durante toda la visita, monologal, plena de caricias, orbe que llama como mujer encinta a la muerte en vez de a dios, para el que quizá esté lista, quizá dios no tendrá la suerte de saberla suya, ni siquiera en el portal donde todos llegan pero solo algunos trasponen...Bello monólogo, no parece poesía, por eso mismo sé que lo es, del mejor tono... Abrazos Carmen..

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  2. De los valores que ameritan, de los imperecederos y que llevamos profundo en el alma. Los que nos marcan con tinta indeleble. De ellos sólida la morada establecemos en nosotros habita la diáfana luz que ilumina las entrañas. Se te quiere… Marco

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  3. Un excelente poema, un desgarrar lentamente el alma, un obsequio hecho de silencios y palabras para dejar despejados los interticios y los recodos del alma... como te admiro poeta, eres una diadema encantada... es tanta en tí la belleza que se convierte en palabras y se derrama en tu rostro y en cascada va a tu estancia... en ese diminuto espacio que acobija tu espíritu y se desgrana sobre la nada para hacerla tangible, para entregarla entre la sed y el hambre para alimentar una inspiración deseada, Carmen... en tu nombre y tu poesía se conjugan la alegría y la nostalgia... la tristeza y mi melancolía.

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