martes, 31 de mayo de 2011

Sin moraleja



Que fue un crimen abyecto
se sabía de antiguo y los vecinos
contaban aquello como algo ajeno
con la resaca que dejaba el hacerlo
entre la lluvia vieja y la vergüenza
de saberse culpable todo el pueblo…

El llegó cruzando el puente una mañana
descalzo, en jirones la ropa y el alma
no traía más que un hato de sinsabores
y un par de manos sin mácula
unos ojos que contaban de ciénagas
y un litro menos de sangre en las venas
apenas llegó a rastras a las puertas de aquella casa
que todo varón visitaba
pero ninguno nombraba
para evitar el dedo ostensivo
de los vecinos y las supuestas damas.
Ella no llegó como él desangrada
lo que había perdido aquella mañana
era la esperanza, toda la esperanza
y con aquella carencia inhumana
salía dispuesta hacia el puente
a saldar alguna deuda elevada
que debió ganar sin hacer apuesta,
o heredar sin poder hacer nada
que dejara a cero las cuentas y rasa la tábula,
lo encontró sin ser en el suelo del porche
de aquella casa sin número en la puerta
en la que la encerraron la mala suerte y una desgracia, 
ser de padre sin nombre
y de madre en nada licenciada.
Por caridad ella curó la herida de su espalda
por gratitud él sanó la de su alma…

De cuanto después entre ellos pasara
se contó tanto como tanto se errara
que sólo supieron ambos
del remiendo que se hicieron
y de cómo sus vidas bien unieron
para convertirse en una plaga
y allí donde fueran con su afecto
toda miseria aireaban
y no agachaban miradas
ni escondían un solo beso
ante aquellos ojos sin decoro
que sólo sabían del pecado ajeno
y tronaban sus risas
y molestaban sus modos
dolían sus caricias tanto
que hasta las farolas de la plaza
a su paso la luz atenuaban
se extendía el odio hasta lo inerte
porque así ocurre con el odio siempre…

Acabó aquella historia no olvidada
de la puta y el mendigo,
de los que nadie supo nunca el nombre
porque allí los nombres no interesaban,
una madrugada bajo el puente
que a él lo trajo y a ella la esperaba
un par de tiros y mucha rabia…
convirtieron a los amantes en leyenda
al destino en tragedia
y a aquellas gentes no las tornó en nada
dejándolas en bestias, como estaban…

Alguien me contó esta historia
el día que pasé por esa aldea
que maldita desde entonces
ya no tiene vecinos ni farolas
que bien alumbren los rincones
allí solo hay restos de ojos chicos
ya no hay hembras ni varones
solo mendigos que putean
y putas que mendigan honores
pues sólo dos personas hubieron en aquel sitio
que lejos de dios y de los hombres
implosionó dentro de sí mismo
ahuyentando el aire que ya no corre
y me sirvió de aviso el ahogo
para no detenerme allí a tomar reposo
ni pan ni agua ni un consejo sólo
ni paz que prometieran o dádivas de oro…

CARMEN SORIANO
Todos los derechos reservados.

sábado, 28 de mayo de 2011

EL SINDROME DEL AMANECER



No hay nadie más solo
que aquel que es sincero
ni alma más agónica
que la que siendo tan clara
ha de soportar la sospecha
porque no hay costumbre de ello
topar con personas verdaderas
y su no o su sí son de franqueza
pero de tanto como cuesta
desacomodados son siempre los otros
los que buscan y rebuscan
esquinas en las respuestas…
No hay nadie más sólo
que ese que vive en su isla
viendo desembarcar a diario
toda suerte de almas mercenarias
que vienen por su agua clara
pero precisan enturbiarla para tomarla…
Ay, esta soledad mata
porque no vale de nada ninguna palabra
si siempre esperan que en tu alma
amanezca la mentira acostumbrada
sin ver, ni entender nada
de cómo es tu verdad la noche
o de cómo duele al transparente
la sospecha de la falacia
no miente el cristal que te muestra el otro lado

Ay amor
que el síndrome del amanecer
es a ti a quien ahora ataca
por engaño o por empeño
de otras batallas o del ego
o alguna que otra culpa ingrata
de ver lo que no hubo en mi alma
o tal vez
por mala suerte o por equívoco
y suena una sutil amenaza…
que cohíbe el ritmo dialogante
que era la última esperanza…
ay amor, no te repliegues, no te vayas
yo ya sólo puedo dolerme un poco
de esta soledad que me acompaña
y decirte, con toda la verdad de mis palabras
que te amo, porque eso no cambia
aunque hayas hecho que amanezca en mi alma…

CARMEN SORIANO
Todos los derechos reservados

viernes, 27 de mayo de 2011

En Salem



Llega el sádico que estuvo siempre
con el morado al cuello que a sus ojos
todo lo arregla, como si pudiera,
porque desde el alto estamento así dijeron
que era mensajero, juez con parte en este asunto
y pincha en cada uno de sus lunares
a una mujer que ha pecado
por comerse una manzana
que no le estaba reservada,
y ahora ella, podrida de conocimiento
sabe cuánto le cabe y cuánto espera
pecado imperdonable en Salem,
como en la acera de enfrente
o como en la vieja escuela
que cambió el color de la verja
para que fuera roja solo por fuera…
Gordo y maloliente buscando lunares
haciendo de ellos puertas ,
llama con punzón al diablo
y con más soberbia aún lo hace
sabiendo que a él lo espera,
pero será esa desgraciada con lunares
la que arda en la hoguera
porque ya sabe donde está
sabe donde están todos…
ayudó a poner una letra escarlata entre sus piernas
y puso alas a la rata que buscaban
los que sólo sabían de ratas
y huyen ahora despavoridos
del aleteo de los murciélagos
al fuego con ellos porque vuelan
y no son feos,
solo son ratas que andan de otra manera
pero miran desde arriba
desde ese cielo ignorante del infierno
que en este lugar asesina mujeres
donde se quema el pensamiento
la aberrante sabiduría
que habría de curar la viruela del verdugo
o poner con la verdad algo de belleza
en este pueblo oscuro
que ahora solo ilumina la hoguera
porque así lo decide un punzón que no hace sangre
en los lunares perfectos de esa hembra
mientras se ríen las verdaderas brujas
que solo sirven para poner un dedo
en cualquier lugar donde no llegan
porque les falta sexo y les falta seso.
Una muerta más o una menos…
así como hoy porque acertando dijéramos
que en Salem seguimos,
escondiendo lunares…
quemando lo bueno…

CARMEN SORIANO
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Ternura



Sacrificar una esquina del destino
que parece ser trabajo inmundo
sin tener claro un por qué
o cómo llega a decidirse por eso uno
en pago, una mirada limpia
que podría no ser bastante
pero sin saber bien cómo
basta y sobra lo suficiente
para seguir un día, tras otro día, tras otro
sosteniendo el tejido de tu universo
entre renuncias y ajenos perversos,
locos homicidas del sentimiento,
pérfidas y vigentes envidias
y algún que otro abogado chupa sangre
que no saben nada de lo que realmente vale…
ni saben de nosotros o nuestro coraje…
Esa renuncia que a veces pesa
pero que siempre alivia el aire
porque se pasea primero por sus ojos
antes de entrar en los negros alveolos,
porque siempre tuvo él la respuesta
allí, a la vista, dándolo todo, todo
a cambio de solo una renuncia
que a veces pica pero no duele nunca…
Y un día sientes que algo dejaste
pero ya no recuerdas su nombre
ya ni sabes que era a lo que renunciaste
porque era cierto que recibiste todo
y algo más
un desconocido milagro que empieza
allí donde tú terminas…

CARMEN SORIANO
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miércoles, 25 de mayo de 2011

Resaca



En combinados exóticos
limón y tequila añejo
Gintonic sin tónica
y absenta con poleo
así me bebo
sorbo a sorbo
me mareo…
Huye el estado de conciencia que avisa
cuidado con los latidos, alerta, pon sentido
en esa embriaguez de mí misma, viva
en copas de plástico vertida
con azúcar para que suba más deprisa…
Beberme no me tumbó nunca
por eso no te das cuenta
cuando borracha de mí te enfrento
o cuando te dejo mis besos
previamente camuflados con menta
porque así soy, sin ser lo que aparento…
Y has de saber que luego
en la resaca que siempre llega
en ese estar de nuevo fuera
o dentro… de otra manera
es cuando más te quiero
porque es cuando menos me observas
y llega la duda por la sobria vereda
de si en verdad te engaño
o me sigues el baile por no hacerme daño
y así más salud me procuras
o si estás también tú embriagado
y de esta forma nos besamos
ambos igualmente mareados…
Para qué seguir preguntando
si lo que importa es la menta
esa que cultivo con tanto mimo
entre las torceduras de mis olivos
para poner luego en tu boca
y puedan decirte mis besos
lo que niega esta cabeza loca
que sólo sabe tomarse a sí misma a sorbos
porque el resto al paladar se le hace
pura hiel y pura estopa..

CARMEN SORIANO
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martes, 24 de mayo de 2011

Mentiras piadosas



¿Qué te hace creer amor
que es tan fácil engañarme?
si es por tus ojos por los que veo yo
si habla tu silencio con mi esternón
y sabe cada grano de mi arena
del color de tu preñada playa…
Mientes y yo sonrío
con media sonrisa y un cuarto de corazón
porque con ello sólo me proteges
o crees
de la honda tristeza que igual me ronda
del miedo por ti que ya te sabe
más que sin mí, perdido sin ti…
no ves que eres tú quien se miente
o tal vez sí…
yo ya lo sé todo del resto
que no queda ya donde esconderse
si vives en uno de mis pliegues
para no ser advertido
como si fuera ser tú mismo el peligro
decir no o sí, no como conviene
sino como es preciso
siendo soberano de uno mismo…
Ay navío que sólo sabe de dónde parte
sólo a ti te dejo engañarme
para que tú mismo halles las verdades
que te amo la primera
la segunda…
que no puedo salvarte…
y me muero aunque me engañes
porque traicionan tus cejas a tu lengua
me cuentan las verdades
que tampoco saber quisiera
y lloran tus pestañas tan secas
asoma el miedo a tus balcones
y de la falacia cuelgo en ellos flores
mentiras que devuelvo
y sé que mal te protejo
pero obliga el amor a esto
para no acabar dando con nuestros huesos
en el peor de los desiertos…
y qué bueno que cabe
en el alma tanta incoherencia
y así no quepan las verdades
de esta cordura impuesta
que ahora
a ti te mata
y a mí me abate…

CARMEN SORIANO
Todos los derechos reservados

lunes, 23 de mayo de 2011

Con la magia duermo



Era imposible, impensable, inevitable
que no surgiera esta sinergia
si desde mi cloaca ya te veía
y tú me encontraste entre tu escarcha
tanto dicho y más aún lo hecho
en cada abrazo legitimado
esto no es amor, es magia
en cada beso validada…
te di mi espalda y tú tu pasado
para bien mirar el mío
y hacer el cielo más ancho.
Magia en el sofá elaborada
sobre la mesa o en la almohada
y nadie diga aunque lo hagan todos
que saben de esto
que entienden…
si sólo tú y yo lo sabemos
este modo extraño y pleno
de horas mojadas sin sueños
de llantos compartidos
espalda con espalda unidos
esta forma única de querernos
frente a todo y a todos
tras el todo que nos embarraba
mientras yo me bebo tus ojos
y tú te comes mis ansias…
corre el tiempo y convalida
aquella bendita hora
de una noche maldita ya olvidada
donde moríamos ambos sin quererlo
y apostar era lo único que quedaba
y ahora llena nuestra chistera
sigamos con la magia
esta forma verdadera
de ser el uno con el otro
con todos cuantos vengan
con todos los que se fueron
con todos… con todo…
te quiero...

CARMEN SORIANO
Todos los derechos reservados