sábado, 30 de julio de 2011

Quebrantahuesos


Sería fácil decir que es un asunto
que sólo a la ornitología pertenece
y hablar desde ese punto de vista
de modo evidente y doloroso
de cómo a extinguirse el falconiforme tiende
dejando huellas en los libros tan solo
de esa su gracia y estrategia
lanzar desde la altura los huesos
ahorrándose la tarea de molerlos…

Pero es lo humano lo que azora
el alma que se siente inquieta
porque igual que a su naturaleza
puede entender la de otros
que siendo semejantes a los ojos
son tan dispares en intenciones
que más bien parecieran estas aves
que congéneres de existencia amable
la diferencia con ellas es apreciable
tiene el primero la dignidad genética
pues el quebrantahuesos es un ave
y estos que te cuento no traían puesto
el programa previsto en el código genético
buscan la carroña no por alimento
son carroñeros por mero divertimento
e incluso tan rastreros, hallarán deleite
en romperte contra las rocas tus huesos
sin que te haya llegado aún la muerte…

Y mientras se extingue tan noble especie
esta otra mala copia prolifera
entre los que caminan como personas
como amigos se camuflan a la espera
de ese momento desgraciado
en el que lloras o resbalas en la acera
acudirán a por tus huesos sin duda
descubriendo que acertó el ornitólogo
que renunció a la filantropía…

Carmen Soriano
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jueves, 21 de julio de 2011

Canina conciencia




Por no querer vivir en la perrera
porque falta el aire y sobran verjas
hace la renuncia de su esencia
como perra se niega,
se sueña ave, pez, libélula…
es la farsa la faena
cuenta átomos gastados
como última tarea
en el escalón sentada
filípicas consigo la ajetrean
cuando todos ya se han ido
con tanto como trajeran
a cavar tumbas en el olvido
que sola vive su alma
ingenuidad clandestina avasallada
en cada despertar matutino
cuando de nuevo su cola encuentra
y sólo escucha sus ladridos…
nada entonces concuerda
entre lo que es y lo que sueña
entre lo vivido y lo sentido
entre la oferta y la promesa
no es molecular esa histeria
y no hay razón que la convenza
aun siguiendo rastros
 a sí misma se niega
mantenerse en el dilema
vivir entre verjas en la perrera
o morirse en esa esquizofrenia…
Mueren las pulgas envenenadas
y las garrapatas de su piel se apean
porque ya la sangre en las venas alterada
se oxida sin remedio
por tanta fatalidad oxigenada..
Sólo dios queda en la batalla
sólo dios y ella
una sola, desgraciada,
autoconsciente perra
que se soñaba pez
o criatura alada
por no querer vivir encerrada
o mendigando restos
o ganándolos por bien domada…

La encontré al bajar las escaleras
de esta casa a la que nadie llega
donde el aire se hace escaso
y el tiempo ocioso compra dagas
para matar sueños y certezas
toco con mi soledad su pelo
y ella lame con su miedo la desesperanza
daremos un paseo por el parque
luego iremos juntas al frente de nuevo
por qué creará seres de aire
para luego hacerlos vivir en el suelo…

Carmen Soriano
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miércoles, 20 de julio de 2011

El buen espacio




Desde esta oquedad extraviada
diluyo su presencia no anhelada
ya no es padre ni es hijo ni es nada
es residuo en la memoria
anaquel donde dejar las ganas
sin contenido que deshaga
tanta pregunta enmadejada
dónde se escondió la suerte
que en esta orilla ayer me dejara
anfitriona de besos invasores
que prometían excelsos honores
y se quedaron por su voluntad en agua…

Es la hora pertinente de saberte
como el solo contenido invisible
que habitaba este silo previamente
donde es lo mismo tú y el continente
verdad última que ya no duele
y transige su paso bien mi mente
que se hace de la oquedad buen huésped
y entre las manos atesora
antiguas antorchas que a deshoras
también alumbraron esta estancia
y bien pude por ello decorarla
para recibir de tu pulso la savia
que irriga ahora el menoscabo
pues sabe de la vida trasplantada
esquejes que sólo tú existencia injerta
en esta oquedad que me contiene
que empieza ayer y acaba entre las piernas
donde todo yerra y el hambre acierta
que es todo yo y nada al mismo tiempo
última distancia no salvada
entre la que habrá cuando vengas
y la que hoy desesperadamente te ama…
Desde esta oquedad extraviada
la horma de tu lengua…
la grieta de mi alma…

Carmen Soriano
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lunes, 18 de julio de 2011

Anfibia



En este meandro sin prisa
preñado de renacuajos y larvas
me sueño ninfa cautiva
como Io en vaca convertida
a voluntad de otros rehecha
sin que haya nadie salvo yo misma
no termina de ahogar el agua
pero tampoco la sed quita
y el delta se oculta a los iris
mientras las hadas bailan enfebrecidas
la danza de amarse a una misma
golpean mi sien con sus alas
y mojan mis labios con sus risas
salarás con tanto llanto este río
me avisan con voz extranjera
mientras yo intento sin fruto
sacar este arpón de mi ombligo
fue fugaz su paso marinero
pero atinado su disparo certero
da fe esta sangre de aquello
y de hematíes y llanto intoxico
este ancho meandro de mi río
confiando en aquel sabio que dijo
que todo cambia y nada es siempre lo mismo…

Carmen Soriano
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sábado, 16 de julio de 2011

Entre la hora siguiente y la pasada



A quién culpar si no hay nadie
en este lugar de restos de amapola
migas del pan de otros días
y un botón de la camisa que usé
cuando de otra me vestía…
A qué lugar dirigir este paso
de plantas por el miedo infecundas
con tantas iniciales por callos
y tanta arena que han guardado
en la estrecha memoria de sus pliegues…
En qué labios poner los besos
hongos del alma que siempre crecen
a más humedad y menos luz proliferan
estrechando el espacio que queda
para ser obvia y evidente…
por qué tanta pregunta
si nadie ha de ser respuesta
que no interroga el agua a la fuente
ni responde al vapor la nube
le toca sólo cuestionarse a la conciencia…
Intento ahogar en cafeína el miedo
mientras masturbo esta mentira
creer que es hacer, hacer preguntas
y que respirar es estar viva
mientras en otro lugar que debiera ser mío
unos ojos me increpan para salir de este vacío
no faltan las ganas, sobra el tedio
de tanto saberme me quedo en nada
y por ser nada en todo quepo
una vez más, de nuevo
a puro quebrarse los espejos
alma soluble donde las haya
arrastra el cansancio de no ser por tanto tiempo
tanto que se vuelve la duna una montaña
los susurros se convierten en estruendo
y este raro gato que me mira anonadado
se me antoja fiera en la sabana de mi alma
allí donde un día me envié como expedicionario
de donde aun no he vuelto con ningún mapa
ni trabajo de campo ni diario…
tal vez ya va siendo hora de que lo haga…

Carmen Soriano
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viernes, 15 de julio de 2011

Allí donde mire...



He dejado de hacer esfuerzos
para no verlo en todo momento
llegó la rendición cuando mostraba
todos sus síes en noes envueltos
su pena y su miedo contradiciendo
el rojo de la piel en mi sexo
que atiende involuntarias llamadas
que sus ojos le hicieron a mi dama…
esos infantes entre duelos encubiertos
dicen mi nombre tan completo
que solo frente a ellos me entiendo
luego llega ese momento
en lugar de un adiós un en todo caso
que me hace pensar en el todo
y de este modo aun más desearlo
poniendo enajenados cerrojos
entre sus ojos y mis labios
entre el futuro de anoche y del mañana el pasado…
de cualquier forma estoy rendida
que es lo mismo que decir entregada
pero con menos piel y mucha más alma
por eso es que lo encuentro en cada esquina
en el cajón donde guardo las cartas
en la encimera de la cocina
o en este sofá donde abandono la fatiga
mientras sus ojos al otro lado me miran
desde cada ciudad reconstruida
y así, no estando lo llena todo
y siendo él mismo me santifica
me agranda, me sana, me edifica
a base de soñar con vuelos de cóndor
 o algo mucho más concreto
una tarea bien realizada...
y se queda pequeño el altar
del que yo me bajé para a él ponerlo
quién entonces gastaría las fuerzas
en evitar sin sentido y sin quererlo
encontrarlo allí donde miro
incluso dentro
allí mismo…
donde ayer ya se escribían los conceptos
para aprehender este amor excéntrico
que es por esencia incierto,
por la distancia incompleto,
por su veracidad el más bello
y por esta honestidad, eterno…

Carmen Soriano
Todos los derechos reservados

jueves, 14 de julio de 2011

De las restas imposibles



No hay caso que aquí valga
si es exacta la matemática
que sin enamorarse vive
y a ella no le alcanza
esa enajenación involuntaria
como sí lo hace a mi alma
que se vuelve por amor mercenaria
y se olvida la aritmética más básica
que uno y uno son dos
y no valen cuartos ni medios
ni sirve hacer restas
ni ganar adeudos
donde sólo el más debiera
ser de las uniones la bandera
y soporte la ganancia en la empresa
de darse para recibir y viceversa…
Horror de la razón inclinada
desde siempre hacia la ciencia
descubrir en este más que bello caso
con precisa claridad y eficaz respuesta
que no era esto amor bien entendido
sino un mal hábito no sé cuándo adquirido
de hacer de mi misma imposibles restas
para entregar los sueños al olvido
y esconder tras su piel tan bella
toda prestancia y diligencia
para ser como debiera…

Me voy amor a saldar las cuentas
a multiplicar por sueños en decadencia
este número que soy, primo sin remedio
ahora que indivisible bien me entiendo
y deja tú cuanto de mi sobre
en el lado exterior de la puerta
tarde o temprano servirá de abono
o frugal almuerzo para otra alma
si yo ya sé por experiencia
que puede faltar de todo
pero siempre sobrará la indigencia…

Carmen Soriano
Todos los derechos reservados

miércoles, 13 de julio de 2011

Esperas inenarrables



Es siempre esta la hora más incierta
llegada del alba que así me encuentra
con los ojos ciegos, mal pegados
por estas indiscretas legañas
que entre sueños se formaron
creyendo de saliva las lágrimas…
hora incierta donde las haya
entre el no llega y el llegara
entre la rabia y el deseo
y es en esta hora de amalgamas
donde sólo yo sé lo que quiero
cuando todo me ataca
las cortinas, los recuerdos
tantos viajes que hice equivocando puertos
como si estuviera mi brújula estropeada
o fuera la sangre río entre vertedero
me ataca la duda y el sudor al mismo tiempo
la inercia inacabada que obliga a mis dedos
nuevamente a nombrarte lo primero
lo último, lo único verdadero
por suerte de los minutos
que se vuelven enemigos bien rastreros
y una letras tuyas que prometen
que será grandioso cuando llegues
quedo en esta ahora atrapada
viendo como se escurre mi arcilla
entre un roce y una esperanza…
un viaje rodeando una isla
un paseo por la rambla
un encuentro fortuito
con la parte más estrecha de mi garganta
o el nudo de un cordón
del color de mi helado favorito…

Carmen Soriano
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