miércoles, 29 de junio de 2011

Un insomnio distinto



Hacia un lado, hacia el otro
donde los pies la cabeza
el costado me abandona
esta cama no es redonda
en las esquinas comprometo
lo poco que de mi queda
entre el hueco de tu ausencia
y mi espalda tan maltrecha
Los surcos de las sábanas
se niegan a borrar tu silueta
y ya no queda un rincón sereno
ni tampoco hay dinamita
para reventar esta melancolía
mandarla al infierno o acaso
a casa de la puta vecina
esa bruja malparida
que cada vez que nos mira
nos hace daño con su inquina…
y ahora tu falta me lastima
en esta cama que no está vacía
porque hay de tus uñas un resto
un pelo, un estornudo,
algo de tu saliva…
el eco de tus gemidos
confundidos con los míos
estos de ahora
que suplican tu vuelta pronta
porque no entiende el Lorenzo
cómo me puede este sentimiento
y al amanecer me obliga
 a dejar esta cama sola
como un Oliver Twist moderno
que no tiene más historia
que la tuya sobre la mía…
y así de incómoda me quedaría
en ella el resto de la vida
mirando tu falta dibujada
entre mi pecho y tu almohada…
eternamente adormecida…

Carmen Soriano
Todos los derechos reservados

sábado, 25 de junio de 2011

En otro averno



Tanto tiempo
sintiéndome en el infierno
ahora entiendo
que sólo era el sentimiento
es mucho más amplio
el dolor aquí dentro…
está lleno el aire
de negros insectos
el agua en la garganta
quema como sulfuro
los amigos están muertos
y son tan densas
las nubes en el pensamiento
que ya ni llueve por dentro
en este lugar
en vez de andar se repta
sobre millones de arañas muertas
todo lo grande es pequeño
y lo pequeño
te rompe la piel sin avisarte
creí que saldría ilesa
si hasta aquí venía a buscarte
y mira si he llegado tarde
que tú no estás y yo me quedo
en este averno improvisado
donde el dolor es proporcional
al amor que se ha profesado…

Carmen Soriano
Todos los derechos reservados

viernes, 24 de junio de 2011

Otoño...



La suerte del árbol caducifolio
viendo otoño tras otoño
su piel por el suelo esparcida
y el sol que no dice nada
por ignorancia o cobardía
pregunta al labriego que no le oye
cuál es el sentido de la caída
de ser despojado en poco días
de la vida que lo cubre
de la savia allí invertida…
De la raíz a la copa
le atraviesa la pregunta
así es la vida dice un grajo
porque nunca perdió una pluma
todos nos pelamos dicen otros
que calvos también suspiran…
pero se resignan en la rambla
mientras este otro rebelde
intenta agitar las ramas
sacar del suelo sus raíces
para mudarse a otra primavera
que no le robe su follaje…
Como este caducifolio tengo el alma
que no quiere darse por vencida
ni perder un solo jirón del sueño
ese que inventamos en invierno
y en la primavera florecía
que quemamos en verano
y ahora, deberemos de mudarnos
para que no derribe este otoño
tanto como levantamos…

CARMEN SORIANO
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miércoles, 22 de junio de 2011

Mi amor, mi Quijote...


Cabalga hoy anacrónico
un Quijote postmoderno
estrellado contra molinos
de iniquidad levantados
orate le dicen
yo lo miro
lo lloro
le desafío
le amo
le necesito
sin ser Sancho procuro
darle a su desgracia algo de brillo
contarle de serenos mares
de nácares de tornasoles amables
de armisticios firmados sin sangre
dando besos que ya no sanan
haciendo torniquetes con la esperanza
como intenta la ola romper la roca…
Ay mi Quijote
que podrán con tu armadura los azares
rotos por los que cuela la inquina
mientras el jamelgo me cocea
dejando en los iris la escueta rendija
para ser testigo de todo esto
y se corrompa mi piel por la impotencia
entre tanto
 ignoran los gigantes tus beldades
porque no sabe de la miel el hocico del puerco
ni saben los balates de los ángeles
ni sabe nadie de este héroe
que en mudas justas pierde su sangre
y cómo le digo que no es cierto
que está todo plagado de molinos
si en ellos perdí la vida
cuando fui a por harina
y entre sus aspas malditas
me atraparon en un giro
ingobernables brazos
del odio y de la envidia…
Seguiré fiel escudero a este Quijote
haciendo de mi piel su parapeto
o el postrero bálsamo rendido…
es el anacronismo no el quijotismo
lo que vuelve la razón locura…
o es que… a los dos nos hicieron lo mismo…

CARMEN SORIANO
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lunes, 20 de junio de 2011

Cargas volátiles



Este joven no entiende nada
y una tras otra me muestra
cada una de esas maletas
colores y formas que no me sirven
horas perdidas en esta tienda
ya pienso que no hallaré aquí
el lugar idóneo para guardar esto
nada tiene mi forma y la horma
ni siquiera depende del presupuesto
no creo que aquí la tengan
sólo venden baúles y maletas
tal vez en otro sitio
ese que se llenó de ideas
de uno que dijo hace milenios
que allí estaba lo verdadero
de lo que todo era más o menos
fiel reflejo o caída sombra
Sí… debe estar allí
con el verdadero nombre de esto
que ya no me cabe en el pecho
ni entre el ombligo y el sexo
no siendo ansiedad me ahoga
y tan vivo no puede ser agonía
hace llorar sin ser sufrimiento
sin ser lente todo agranda
y sin ser cepo me tiene apresada
y no es tan preciso nombrarlo
como tener dónde guardarlo
a perpetuidad sobre mis hombros
empieza a arquear mi espalda
que mojada se resiente del peso…
y mientras este joven se encarama
hacendoso en los estantes pienso
miro mi cuerpo y entiendo
que sólo será mi ataúd donde entre
tanto de esto que digo amor
sólo porque de corto se le parece
de largo me llevará hasta la muerte
que también lleva su carga
pero de alguna forma entiende
de cómo por amor se puede
volar con semejante bagaje
o hacerse eterno un instante
enamoradamente tan breve…
que convirtió mi alma en alma errante
y dejó el sentimiento como equipaje…

Carmen Soriano
Todos los derechos reservados

sábado, 18 de junio de 2011

Serendipias



La boca del destino tiene prisa
siendo necesariamente ambigua
mirar del lado izquierdo
es verle haciendo una sonrisa
si miras del derecho
verás una mueca de ironía
de frente no se ve
acaso algunos que dicen sí
te cobrarán unas monedas
pues parece que pagando
a ellos les cuenta lo que te espera…
si no tienes cuartos
es mejor que le mires de ese lado
donde late la eficacia
de ser lo más humano
donde soñar pone sonrisas
y la ausencia de la prisa
se entiendo como regalo
mirarlo con asombro
pero manteniendo abiertos los brazos
aun cuando no le veas el rostro
porque él siempre te mira
maquinando, tramando
haciendo estragos en tu rutina
para llevarte a cualquier lado
unos de estos días
cuando menos te lo esperes
y menos aún hoy lo concibas
comprenderás entonces que todo fue siempre
por él perfectamente orquestado
verás entonces tu sonrisa
mientras, feliz, ya la suya descifras…

CARMEN SORIANO
Todos los derechos reservados