COMO LO VALE MORIR O ENAMORARSE
canto a dos voces con CRISTIÁN EL GATO
En el vacío concupiscente
de un corazón pagano de poesía,
entre lo correcto y lo perfecto,
el tiempo de la espera, la luz de la esperanza,
en el lleno entre esta muerte
y la vida que el sueño promete,
la sangre por las venas, el paso que reclama un horizonte,
búscame en la esquina más templada
–la de la sobredosis color sepia de la melancolía–
comiendo amapolas que cieguen
este deseo de no ser o serlo todo,
esta pasión eterna amante de las horas,
sobre el suelo entre el orín y el miedo
de ser una obsesión que se diluye al paso del olvido
o en esa estrella que rutila tanto
pero que murió hace ya mil años camino de tu noche…
Búscame bajo tus pies en la cornisa
desde donde vigilas los azares de negros callejones
y en la raíz de mandrágora que masticas
en el fondo del vaso o de tu boca
mientras lloras las lágrimas de la última agonía que vierte tu costado,
en la última promesa rota
que se volvió un instante de silencio al paso de las alas de un adiós
o en la hora prestada del vecino
que olvidó las llaves en la puerta
y ya no tiene casa ni guardarropa
ni patria ni lenguaje ni presente ni rumbo ni ventura.
Búscame en la antigua sapiencia
de los que hurtaron de las arcas del Verbo los símbolos y altares
o en los brazos de Epimeteo
en la mejor duna de Dakar
que ondula sus arenas sobre un vaivén de siglos impasibles
o en el peor jardín de Babilonia
entre su eternidad de sórdidas raíces y muertos nebulosos.
Estornuda si me encuentras
desespera, muere, vive y llora,
haz crecer mares infinitos de sargazos a mis pies de diosa triste,
pero no ignores en esa hora
que de tu búsqueda nació como un enigma la luz de mi palabra,
que fue la búsqueda la historia del encuentro que escribe tu camino,
y como historia valió la pena
como lo vale morir o enamorarse
que no es igual pero es lo mismo
cuando el amor y la muerte susurran sin piedad sus duras profecías,
como valen de ti mi hallazgo
ocurrido apenas ayer
en el más oscuro de mis abismos,
y la forma en que guío desde entonces, insomnio tras insomnio,
tus erráticos pasos de poeta en busca de mis brazos.
CRISTIÁN EL GATO & CARMEN SORIANO
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23-08-2011