Te digo amor por ser la causa
mi amor porque eres mío
y dejo para el resto tu nombre
junto a mi circunspecta mascarada
la inhóspita secuencia de palabras
que nada dicen por ser nada
Eres latido y pulso vivo
en cada una de mis estancias
luz y verdad que predico
en el desierto de mi ilógico olvido
Sacra puñalada repetir tu nombre
cuando mi alma amor te llama
a gritos de silencio necesario
grapado al borde del inicio
de la eterna historia inacabada.
Te digo amor y te bautizo
con el agua de mi voz más clara
que sólo dentro así te llama
y deja tu nombre a la falacia
a los días carroñeros que nos separan
a las horas imposibles y los duelos
que no ha de ser el amor una batalla
cuando fue mi rendición completa
incondicional y lo primero...
Carmen Soriano López
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Franqueado quedó el paso a la incondicional entrega,
ResponderEliminarcon la matriz de la sustancia del emboce,
queda autenticado.
Sello derramado con la llama del corazón en su premura;
la impresión que realza la veracidad de lo convenido
¡Todo queda validado…!
Vivir por siempre; o en un instante, entregarlo todo.
y con la mismas validez de la entrega absoluta, absolutamente te agradezco Marco tu forma siempre acertada de acercarte a mis letras, gracias amigo mío, no sé manejarme aún bien en la página de creatividad pero allí te sigo como puedo el rastro, mil besos.
EliminarAl decir franco de las voces idas, quedaron francamente y revividas, las estepas, los bosques y los ríos, que definidos siempre en nuestro celo, se convirtieron perennes en argot, abecedario y ancla de silencios...!Qué escrito hermoso, Carmen, turgente y vivo, dice a lo alto y llena el horizonte, dice a lo bajo, a los pájaros que rondan nuestra nieve...Abrazos linda !!
ResponderEliminarA cada cosa su nombre y a cada hombre su destino, bien me sabes a estas alturas para explicar nada más ni sea preciso, mil gracias que son pocas, no hay pago que salde mi deuda contigo, abrazos Jose Ignacio Restrepo.
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