Que este lugar de exilio arrasado de verbo y de silencios
plenos disuelva para siempre el recuerdo, sea el olvido refugio del alma en
llanto envuelta, se perdió el último olivo y no encuentra la paloma otra
huella, se rompen la uñas de arañar tanto recuerdo que ya no queda, que ya no
está, solo el hueco de la llama que un día arrasaba desde el centro hasta el
vértigo…
Como perro que mordía su pan robado, llevo el lamento entre
las manos aguadas, dónde quedó tanta letra, tanta imagen, manantiales de agua
fresca, calma sedes del alma vieja, ruina del presente embarrado, llora y pena
el perro como el alma, se fueron tras de un sueño que también era mío, también
fue mi sueño… ahora, como palmera de patio fenece de la sequedad impuesta, delirios
entre el trigo perdidos, acoso de la sombra de siempre por el silencio maldita,
¿era acaso tan grande el vacío que inconsciente se prendó el alma de lo
sencillamente indebido, del ser de otro que no le pertenecía, de otra esencia
más aromada, o acaso, más vestida, más entera? ¿Dónde queda entonces el
sentido? ¿Por qué todo lo acontecido? sin que ahora quede más resto que un vago
recuerdo informe… un pudo haber sido del que sólo sabe mi pluma, pues
desapareció la tinta que contenía tanto beso, tanta rima a ganarme entregada,
tanto paseo por Alejandría… tantos años vividos…
Acaso precise la esencia de la ausencia sentida para tornar
a su fuente de nuevo, la leche y la miel propia, lecho donde siempre se estuvo
sin otra carencia que ser uno mismo, será que así trabaja el destino para
hacerse de uno como se debe… y aun siendo la jugada de crueldad inaudita
recuperará la sangre su pulso y de este andar desterrado hallará de nuevo entre
la arena el vergel prometido, la brisa y la lluvia que amanecía entre las
costillas adoradas de entonces, sabrá entonces que no fue un sueño sino un
paso, una escalón preciso… pero en tanto sigue siendo el polvo lo respirado en
esta hora aciaga de dolor sentido en el fondo, de olas sin orilla entregadas,
de oquedades heladas entre las manos, de búsqueda infructuosa de lugares donde
antes estaba la letra preciada, donde
era mi voz verdadera
Mientras tanto, tal llanto vertido en esta hora, moja la
tierra de este desierto al que me he desterrado, tal vez la sal se disuelva y
de la arena brote alguna verde espiga que alimente el resto que aún queda, de
aquella que era, que desde siempre estaba, entre el mismo centeno del miedo
escondida y que aquellas letras empujaban, sal fuera, se como debas, tú misma,
encanto de un día bien escrito… ¿no fue entonces bastante? aun preciso de
aquella letra, impulso vital de la mía… y mientras sigue la búsqueda se
pregunta al tiempo la conciencia que siempre se tuvo en alto ¿estaba de verdad
fuera? azora el espíritu la respuesta, mientras se enciende bajo los pies la
arena, nunca, nunca estuvo fuera, no era más que el espejismo, el engaño del
que no se cree a sí mismo, así, proyectada, tras la excusa perfecta de amar a
otro, de versar por otro, de ser por otro, era el alma como podía…
Se desvanece entonces la arena y se dibujan infinitos
vergeles alumbrados, vuelve autónomo el impulso mientras entre las teclas se
encuentra de nuevo el alma por el alma engañada, que fue siempre asunto de sí
misma, parto hacia dentro necesario, dolor que agudiza el sentido, es a veces
el amor tan sólo el vehículo y el dolor el último empellón preciso… vuelve todo
a ser como debe, yo conmigo, mi letra… mi destino.
CARMEN SORIANO
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Aquella alma quizás con miedos, quizas temerosa, hoy es un alma fuerte y valiente... Tu y la letra, la letra y el alma, el alma y tu...
ResponderEliminarEspejismo, que palabra bella, pero indefectiblemente va atada al desierto, así como atado esta lo gris a lo que es neutro... Esta alma tuya, tan vasta, tan perenne no se arredra ni siquiera cuando llana se confunde para sombra procuraras donde no hay ninguna... Certero el marco, el manejo y el tono útiles, el cierre magno aunque acaso mas formal que estructurado... Y si he de serré sincero, todo es cierto, a la caza del secreto de Pandora, nuestras vidas se llenan de ilusiones, llegan seres o se van, impregnan con su aroma nuestra fronda y nos dejan con miles de preguntas, con llanto y alegría al mismo tiempo, y con paz de podremos preguntar sobre el siguiente y fecundo movimiento... Te deseo que escribas, mi querida para siempre Europa...................................
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