Y aún ahora que caben en mi vientre
sin otra suerte que hacerme
mil estrellas vespertinas y dos cometas
sigo buscando tu rastro
como si no fuera el ahora mío
sino tuyo, desde siempre,
como si fuera el camino
viejo grabado de tu rojo papiro….
Como aguadora que escancia
en bocas extrañas que la reclaman
sigo buscándote en el fondo del jarro
como si fuera en la última gota
donde te hallara por fortuna
allí tendido sobre el hidrógeno
sonriendo a tus veinte años
que eran los míos…
pocos pero exhaustos
de tanto derramarnos
devorarnos
años que ganamos perdidos
en indecentes alturas comprometidos
liberar tanto esclavo…
amarnos y amar a tantos…
Finalmente no cambiamos nada
siguió el mundo su curso
cayeron las pancartas, no las ganas,
pero sí se fijó a mi frente un surco
que lleva tu nombre grabado
y una muesca entre mis piernas
conserva aún tu aroma gitano
ese al que me afilié un día
soñando que uno solo podía
acabar con tanto engaño…
Y aún ahora que son otras las voces
otros cantos y otro aroma
acude tu recuerdo con la lluvia
para resbalar por mi espalda como antaño
y que vuelva a la memoria
lo que entre sábanas apostamos…
…que aún sigue el mundo doliendo
y adoleciendo del buen trabajo…
CARMEN SORIANO
Todos los derechos reservados
CARMEN SORIANO
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El deseo de cambiar el mundo se queda en la juventud, con los años, el único mundo ideal que queda, es aquel que un día soñamos...
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