viernes, 9 de diciembre de 2011

Cómo desertar sin alistarse



. EL SILENCIO MANIQUEO
Cesa de las balas el silbido
pero es sólo el engaño austero
de los tan dañados sentidos
que ya no pueden más
y estallan en el procaz latido
de aquel amor en rictus severo
que aleó mal el sueño con lo vivido…

.ROL Y MANIFIESTO
No es mía esta guerra
es otra mi batalla
lo mío es de la tierra
agua, sal y la promesa
de ser en todo caso
de la forma más verdadera
coraje, tesón y esfuerzo
sangre, orgasmo y lágrimas
de ruta algo incierta
siempre con paso firme
pero con el miedo a cuestas.

.REFLEXION Y ECO
En cualquier caso lo más siniestro
es esta falsa calma inveterada
burbuja falaz que envuelve lo nuestro
que ayer no fue y hoy es nada
porque como ya le dije al cabestro
esta no es mi batalla
menos aun son suyos los cuernos
si de mí no puede mostrar
factura pagada o documento
ni presentar acta notarial
donde diga que le pertenezco…

.OBJECION DE PIEL Y CONCIENCIA
Qué pereza ser soldado involuntario
en las lides de otros que se equivocaron
cuando no tengo más causa ni patria
que mis propias llanuras mojadas
y acaso la ruta por tus pies marcada
porque en tus huellas sí que cabe
toda la anchura de mi espalda…

Carmen Soriano López
Todos los derechos reservados.


1 comentario:

  1. Hay que alistarse a esta guerra que es la vida, no hay objeción de conciencia posible, porque hay que vivir, no queda de otra, no hay más opción... ¡¡¡A las armas!!! ¡¡¡A la vida!!!

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