A mi izquierda llora una niña
con su índice en alto señala
a su globito que desde el techo grita
y su madre, enternecida, la acaricia
a diferencia de mí, no entiende la tragedia
la rubita no volverá a tener su globo
yo la entiendo, era suyo, su pertenencia…
A la derecha me increpa un viejo
desde los agujeros de su raída chaqueta
su mal genio llora en mi boca
que está cansado de la vida
que quiere que termine el intermedio
entre sus ojos casi ciegos
y el dolor del reúma en sus huesos…
Tengo que sonreírles sin remedio
así me obliga, alguien dijo, mi trabajo
mientras dentro lloro, llanto incoloro
porque quiero elevar a la niña hasta el techo
quiero subir con ella y rescatarlo,
su globo, mi globo y que sonrían la musarañas
y la niña siga siendo niña.
Quiero abrazar al viejo contra mi pecho
tan fuerte y tan intenso que deje allí
el aliento que le asfixia por duradero
y despedirlo con un beso en las manos
mientras coso su chaqueta
con estos jirones de mí que están en medio
y sin ser niña ni ser viejo
siguen a su tarea porque eso queda
cuando pierdes tu globito
y te duelen todos los huesos…
CARMEN SORIANO
Todos los derechos reservados
Sólo estás en un cuarto del camino... aún puedes ver bien de cerca aquella niña que fuiste y que sigue palpitando sus ilusiones en tu corazón... Queda muy lejos el final, no es un intermedio, esto es simplemente el preludio, de una increible obra maestra... TU VIDA. Te quiero. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarNi fue el comienzo tan blanco
ResponderEliminarNi el final tan negro
Nuestras coloreadas miradas
Entrechocan en destinos cambiantes
Cintura, niña, cintura
Habrás de tener para dejar pasar las saetas
Y satisfacer tus ansias por ese helado de fresa…
Bueno ya sé no era tu prefe, pero ahora lleva tropezones
Relámelo con gusto, porque la dicha es buena…
Besos Carmen, en todo tu esplendor…Gracias.
Haré corsés si es necesario y cambiaré por el helado de fresa el de pistacho, todo sea para que vuelvas con tus bellos comentarios, gracias Santiago, siempre, un placer.
ResponderEliminarMi Mara amada, de los caminos sólo se que por ellos ando, si es de tu mano aún mejor que me desoriento a veces y hasta me caigo, gracias siempre por tanto a cambio de tan poco princesa y darán cuenta de tu estímulo los mejores atajos... besos mi tesoro.
ResponderEliminarEn los albos colores remangada, tu serena mirada a todo canta, y le pone los rojos a los pardos y nácar a limpias superficies que no decían nada...Ay, Carmen como puede la cuerda atarse sola y tu tibia mirada derramarse de esa forma maestra en que aquí ocurre, todos llegando como alamas que se alejan de lo mundano para centrarse en lo divino que brota signo a signo de tu mano...
ResponderEliminarSi de tu fe lograra media realidad tan solo, sería suficiente para invertir el curso del tiempo y entonces hallarte en aquel comienzo, cuando sólo había dudas y papel... gracias lindo por tus palabras, aliento preciso y deleite de mi alma.
ResponderEliminar