Entre mis manos sudadas
por culpa de tanta lluvia,
en esta hora de limpiezas necesarias
porque el dolor todo lo mancha…
una foto que encuentro por sorpresa
en el primer cajón de la cómoda,
exalta mi alma y golpea mi conciencia…
Busco mis gafas, desesperada, puede que sea
que los ojos mojados me engañan
pero no, allí está claro lo que veo…
Tu mano derecha apoyada
sobre mi hombro más cansado
y mi mano izquierda agarrada con firmeza
allí donde rompe la tristeza, tu cintura…
solo un jersey verde separa tu piel
de la que cubre mi camisa blanca
mientras a los ojos nos sonreímos
ignorando por completo al objetivo…
Detrás nuestro, un pinar crecido
donde nunca estuvimos
y sobre nuestras cabezas
un sol compartido que acostumbra
a alumbrarnos en franjas extrañas…
Me pellizco un pezón sin medir la fuerza
praxis precisa para probar que estoy despierta
y después de hacerlo me sacude el miedo…
qué clase de delirio es este
a qué especialista se lo cuento
si en esta foto para la que no posamos, nos veo
como debió haber sido siempre,
como siempre lo sueño…
Mi cordura equilibrista
pierde la pértiga y mira abajo
donde no hay red que la proteja
y el público hace mucho que se ha esfumado
entonces, sola en su inestable altura
se sujeta a si misma por el pelo
envía un grito al vértice de la carpa
mientras guardan mis manos esa foto
en lo más profundo de mi alma,
después que el grito remueve la lona
sonrío llena de esperanza
tal vez fue alguien con nombre de futuro
quien sacó esa foto una mañana
y vino hoy a dejarla en mi cómoda
para que no perdiera las ganas…
CARMEN SORIANO
Todos los derechos reservados
Los cometas, mientras, sin voluntad alguna se sumergen en los fondos más ignotos de lo que llamamos Vía Láctea, pero vos y yo aquí hacemos que el sol nos obedezca, iluminamos cuartos de inquilinos que en soledad augusta despedimos ayer y nos decimos,a veces claramente y otras entre tragos, balbuceando, que color es el índigo y cual sino nos promete Singapures, mirándonos las venas de los ojos y acariciando letras mientras sorbemos de los aires y las horas nuestro mutuos antojos...
ResponderEliminary ciertamente mi amado Vespasiano que de esta manera hacemos las más bellas fotos que serán murales de realidad plenos o muros de sueños contra los que estrellarnos, aun así es tu color el más bello y tu sonrisa la más perfecta por eso la capta cualquier objetivo...y la besa, como yo!
ResponderEliminarYo me pregunto si habrá limpieza suficiente para alejar de nuestra alma lo que por mas que pese no sobra, y si aun sabiendo abrimos esos cajones para llenarlos más pese al temor de que un dia los encontremos vacios o quizaz con una foto que quedo a oscuras no por falta de intención sino de luz que llegará para sobrevivir la imagen velada. Más grande haces la foto en mi alma Carmen!!Que hermoso, ahhh como llega!!
ResponderEliminarNunca están de más los recuerdos, siempre que sirvan para refrescarnos y ver lo que gracias a aquel "pudo ser y no fue" hoy es felicidad sin medida. Te quiero...
ResponderEliminarY cuando hagamos nuestra foto de familia Olivia y te veas en pleno centro creerás, que fue todo este tiempo solo un camino y que el hogar lo llevabas desde siempre puesto, besos caracol de mi alma.
ResponderEliminarLos mejores recuerdos mi adorada Maravillas, son los que aun no siendo todavía se guardan en la memoria como sidos, magias de vivir entre sueños y mejores amigos, como tú...
ResponderEliminarMiedo a la distancia
ResponderEliminarPues corta podría aparecerse
No por ello no tomada
Y más vigilada
Cuan sabios se ciernen
En imágenes sin invitación
Mejor no estar
Resuelto conato, he vuelto
Y largo trecho me pareció
La espera…
Bsts.Mil.Carmen…Inmensa..
Gracias Santiago que sólo tú conoces de tus esperas, siempre será esta tu casa mejor si encuentras apacible descanso a tus pies que parecen andar tanto, mil besos.
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