No son tus juegos ni tus travesuras
ni esas historias bajo llave guardadas
ni ese mostacho y chiva miserables...
que desatan demonios imparables...
No es que vengas o yo vaya...
no es la prosa ni el verso ligero,
no es ni el miedo ni el intelecto...
lo que mata entre los dedos mi calma.
Es tu mirada perversamente ingenua...
son tus saberes de sátiro bien instruido
lo que irrita mi garganta y da respiro...
Es que eres mi Henry Miller perdido
exquisitamente fetichista y vivo...
locamente tú, en versos... locamente mío
Yo no sé quien era Henry Miller pero me informaré con el ammigo Google, pero me encanta el poema, por su sencillez, por su forma directa de decir las cosas. Hermana eres The Best.
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