A mi insistencia
tu resistencia,
a mi candela
húmeda madera,
a mis sueños
realidades,
a mi concupiscencia
virtuosa pega...
A tu boca un eterno
a tu pecho una quimera
a tu piel solo un verso
a tu amor no llego aunque quiera...
No hay carta
no hay poema
no hay léxico posible
que de mi hondura te saque...
Será en sueños entonces
donde te tome por sorpresa
y enrede tu alma en mi ombligo
y descoyunte entero tu cuerpo...
Tal vez una mañana al despertarte
preguntes a tus sábanas revueltas
por qué se dieron humedades...
era yo que te soñaba, perdona.
!!! Carmelaaaa!!!, guíame hacia el camino de tus sueños... dime donde está la puerta de entrada..., porque la de salida...ya está sellada.
ResponderEliminarQue libre es el mundo de los sueños Carmela... Allá somos anhelos, ilusiones, esperanzas y deseos, siempre deseos. Y hacer de la vida un sueño es parte de nuestro respirar.
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