lunes, 31 de enero de 2011

Balanceando gastos




Ven cariño…
acerca  a mis ojos tu ombligo
para que sea cuenco que reciba ahora
estas lágrimas que me desbordan…
 
Se cansa el alma, tú lo sabes
de andar mediando y saldando
deudas demasiado antiguas
 por no darlas por perdidas…

Se gasta entonces la goma de tanto rodar absurdo
por caminos empedrados que no tienen destino
y hasta la misma suerte adolece entonces
del impulso que me hizo siempre tan guerrera.

Se cansó el mismo cansancio
se impacientó la paciencia…
se agotó la esperanza misma
y se hizo verbo la idea…

Recibe en tu ombligo esta angustia derramada
endúlzala con tu piel y que sobre ti se temple
para que pueda después hacerme de ella
porque, aún,  no se quiere rendir mi alma…

Volverán mañana los sueños
con las ganas renovadas
pero ahora sólo puedo ser esto…
una niña en tu ombligo acunada…

CARMEN SORIANO
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1 comentario:

  1. Una mujer con alma de niña que necesita que la acunen para sentirse protegida... como diría la canción "que no hay sitio donde yo esté más agusto que durmiendo en tu ombligo".

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