El tiempo... mi cómplice

Hoy hay una nueva cana
que ilumina mi cabello,
una nueva arruguita surca
mi frente y la enternece.
Hoy el espejo me habla
de largas historias lejanas,
de las cien batallas perdidas
y de las mil guerras ganadas,
de risas, de llantos, de calles,
de soledades y compañas
de muchos que se perdieron,
de todos los que quedaron.
de otros que aparecieron
y de los que me faltaron.
Hoy es el tiempo mi cómplice
y las canas sus chivatos,
en cada una yo estuve viva,
yo que me creía inmutable,
la que andaba en la escuela
buscando rincones tranquilos
donde leer un libro y soñarlo,
la misma que se comía el mundo
como si por devorarlo pudiera
ir más deprisa, volando, y él
ajeno a mi prisa giraba ufano
Hoy el tiempo me coloca y ordena,
me habla en susurros y aclara,
me trae recuerdos y los ordena,
los acerca y aleja para dilucidarlos.
Hoy el tiempo me lo ha explicado,
todo queda claro y encajado.
Hoy el tiempo ha prometido
volver dentro de poco
a dejarlo todo colocado.
Su precio no es muy alto
blanquear un cabello o acaso
pintarle un surco a mi rostro
que ya no es ni nácar ni raso.
¡Si pudiera pagar por adelantado!
volvería gustosa mi pelo blanco
pues la paz que trae es tan grande
que la impaciencia me impide
poder al tiempo esperarlo.

CARMEN SORIANO
Todos los derechos reservados