Recuerdo

Como llanto que no fue vertido

en almohada de aprestada funda...

ni sonrisa deshecha por el tiempo

surge el recuerdo sin vida...

Una mañana en la Alhambra

entre el sol ardiendo y la brisa

de cipreses y sauces con lástima...

El Generalife llorando sus aguas

como de Boabdil lágrimas que bajaran

hacia la Cuesta Gomerez saltando...

Fueron los leones del patio testigos

del beso que robé de tus labios

cuando distraído cantabas

en sirena mora convertido

por la esencia de las rojas murallas...

Y en la Torre de la Vela, aún recuerdo,

gritaste hacia el mar que me amabas

quedó la sonrisa en el mástil grabada

y enmudeció la Virgen de las Angustias

que venerada nunca amó tanto

como yo te amé aquella mañana...

Junto a los Reyes, en su sala, otro beso

me tomé con descaro de tus labios

que áun sin costumbre se dejaron

por azar o por puro encanto

de ser en aquel lugar apretados...

Llegó la tarde a la fortaleza presta

nos halló entre lágrimas abrazados

y en manos atadas bajamos

al Zacatín acorralado...

te ofreció una gitana romero

con la profecía que acompaña el trato

tú la miraste con el carmelita de tus ojos

¿Para qué adivinarte, si era aquello profético?

Recuerdo que ahora perdura

como huella a fuego prendida

de lo que debió ser y será futuro

pues del origen recordamos...

que una mañana en la Alhambra

tú y yo nos besamos...