martes, 1 de marzo de 2011

Vestal postmoderna



Este amor tan diferente
del que ya no recuerdo apenas
cómo tocaba el timbre intermitente
mientras abría la puerta mi inconsciencia
esperando ingenuamente hallar sólo brisa
cuando entraban, atropelladas,
inauditas tormentas…
es este amor ahora,
algo sagrado
y como virgen vestal venero
en quimérica entrega dispuesta pues coincide
que erigió su templo en la frontera
donde no tiene el deseo visado
ni tienen piel los cristales que calcinan
calores antorchas que se deben tan solo
a iluminar la imagen de este amor sacro,
así, con ínsólita pleitesía
oficio ritos sin sacrificio
vestal postmoderna
guardiana
de la esencia de este nuevo mito.

Después, desde algún otro lugar con nombre,
llegan caballeros templarios
en busca de griales que aún conservo
sabiendo sólo de la sequía
que quedó tras su paso
pues exigía este amor sagrado
perdiera mi agua
en ingentes cascadas sin destino
o acaso 
bien destinadas
a quitar el barro de mi cara.

CARMEN SORIANO
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2 comentarios:

  1. Cómo en sacrílega omisión que fuera hecha una y otra vez de míticos silencios, pongo mi voz por apuesta inexorable, y el signo de mi mano como envión de lo que fue y será, ese mapa que solo se divisa si abrimos nuestras almas en altivo gesto...así sea nuestra cara recién lavada quien cuide soberana el templo...

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  2. Aun escalando con todas mis ganas, me quedo abajo del deseo, imposible alcanzar con mis palabras tu cielo bella y Genio... pero con el coraón que de mi pecho se derrama al entenderte, me creo suficiente capáz.

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