Con el alma desnuda andabas
disfrazado de insignificancias,
cascarón de pobreza impuesta
sin palabra ni casa ni fortaleza.
Castigo del pecado que no fue tuyo
escogido de esponja y agua
para lavar los ajenos agravios
sin opción, sin esperanza...
Pero brillaba tu alma desnuda
con fulgor escondido entre hieles
tal semilla de mostaza alberga
dar al mundo su grandeza.
Y era mi mundo tan oscuro,
ininteligible y vacío...
que tu luz vi sin querer
y a ella quedé pegada,
cual polilla te rondo siempre
que tú nunca te apagas...
que lo mio era lúgubre
pero quedaban esperanzas.
Y si esto no es amor será apaño,
engaño o fé, verdad o farsa,
pero no quiero perderlo nunca
que tú alma vistió la mía
de una hermosa luz blanca.
Con tu luz y con mi prisma desde entonces
pintamos de color nuestra estancia
y quien se deslumbre que se aparte
que esta es nuestra única gracia.
CARMEN SORIANO
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Estaa es, Carmen, mi alma, y no es poca gracia. La luz no significa nada si no hy quien la observe (aunque a veces le ponga un lente de aumento a lo que sòlo es una chispita). Lo bueno de ser anónimo es que sòlo tù me ves. Te adoro.
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