Acero he de ser cariño
que Levante traicionero me lleva
y sopla fuerte y me trastorna.
Siendo pluma me retuerce
trae y lleva el alma a su antojo,
golpea contra fachadas.
Como pluma deja rota
descalabro y restos.
Hierro he de ser cariño
que Siroco ardiente me quema
y derrite el control helado,
arde el oculto interior
y se incendia la herida
se prenden llantos escondidos
¡Hazme forjador, dame forma...
que ni Levante ni Siroco
de ti me alejen...
ni de mi tampoco!
CARMEN SORIANO
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