Dádiva inmerecida de la noche extraña
vals de versos, samba sin instrumento,
melodía incompleta a destiempo terminada
.... jazz de mis anhelos entibiados
con libada realidad y apropiada merma.
Pudiera en el meridiano encontrarte
en algún horizonte perdido, lejano,
de Sodoma floreciente y plena,
o tal vez, sólo hallarte entre plumas
de edredón enfebrecido en pleno orgasmo.
Colgando entonces de mi cuello,
de rubor morado y chivata huella,
el acero distintivo de la esclava
con tu nombre y apellido dentro
como péndulo hacia el pecho iría
anunciando ante mi espejo
que me posees a tu antojo
sin permiso ni derecho...
propietario pleno y vitalicio
por unas lineas caprichosas
de tu elocuencia también prendadas.
Y en la cómplice distancia escondes
la flor de la amapola y la grama
para darme sólo el viento a cambio de ser atada,
para siempre, a tu mano y tu espalda.
Un gozo de escolar que entibia desobediente el gesto de mi rostro, que se siente inédito y así me platica de ti... Me llevo este murmullo seglar, que me habla de tus piernas y tus ojos , y de todo lo tuyo que es sagrado... Como si hace un minuto en ti yo hubiera estado !!!
ResponderEliminarQuien como tu para ser poseida por el don de las musas de la poesia para escribir lo que emana de tu ser con tanta delicadeza que da a cada quien lo que necesita, y que necesita que cada uno la entienda como quiera.
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