Decía el poeta de mi infancia
"nuestras vidas son rios
que va a dar al mar, que es el morir"
y me duelo a veces de no ser siempre
arroyo fresco y rebelde brotando
y reniego de este estancamiento
de palabras y pensamiento
se detiene todo
me quedo...
Y el tiempo es espeso
y el aire caliente empacha el sentido
que tienen las horas nacientes
y todo parece inerte..
¡Pero qué digo!
¡Qué digo!
Es en mis meandros del tiempo
donde me hago fuerte y crezco,
es la quietud el alimento
de mi caudal y curvas
que deleite harán de tus besos,
profundidad preñada y cúbica
que no es quieta, sino rica...
Y seguiré mi curso como dice el poeta
que es el mar mi destino
y tus aguas mi afluente
y mis meandros mi hondura
y estos remansos mi suerte...
CARMEN SORIANO
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